sábado, diciembre 16, 2006

Reflexion

Recuerdo que en mi niñez,
soñaba con ser mujer,
para tener mi familia
y una madre poder ser.
A la mìa desde lejos,
con orgullo la miraba,
muy pendiente de nosotras,
todo el tiempo ella estaba...
Mi padre se iva temprano,
todo el dìa trabajaba,
y con la cena en la mesa,
a las ocho lo esperaba.
Esos platos deliciosos,
nos reunìa cada noche,
Que linda era mi familia!
no tengo ningùn reproche
La escuela y los amigos...
las peleas con mi hermana,
extraño esos domingos,
tirada sobre mi cama...
Y hoy que ya soy adulta
lo veo desde otro lado,
recuerdo aquellos momentos
y lo que en mì han dejado.
A veces cuando uno es chico,
no valora muchas cosas,
con el tiempo te das cuenta,
que en verdad eran valiosas
El esfuerzo de papà,
porque nada nos faltara,
hacìa que hasta el cansancio,
dìa y noche trabajara.
Mi madre era lo mas grande,
de cualquier cosa sabìa,
si tenìa algùn problema,
siempre a ella recurrìa.
Sabìa ocultar sus cosas,
si algo le preocupaba...
a veces y a escondida,
la veìa que lloraba.
Un dìa papà me dijo
que disfrutàra la vida...
que los momentos felices,
enseguida se terminan.
Y hoy con 32 años,
sè que tenìa razòn.
Son tantas las emociones,
que soporta el corazòn!
Las tristes son las mas fuertes,
las que nos hacen crecer;
la vida es un camino,
difìcil de recorrer.

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