Carta a mi hija...

Me parece que fue ayer
cuando empezastes el jardín
te agarrabas de mi cuello,
para no dejarme ir.

Me espiabas por la ventana,
sabiendo que estaba ahí,
siempre sentada esperando,
que vinieras hacia mí.

Aprendistes tantas cosas...
letras, números, colores,
hicistes muchos amigos,
también algunos amores...

Y casi sin darme cuenta,
de a poco fuístes creciendo,
y hoy de tu jardincito,
nos estamos despidiendo.
El amor de las maestras,
los juegos y los rincones,
quedarán como un recuerdo,
dentro de sus corazones...

Hoy siento tanta ansiedad,
tristeza con alegría,
por saber que estas tan grande,
y que por fin llegó el día...

Al fin terminé el jardín!
Al fin el delantal blanco!
Ya no tandremos mesitas!
Nos sentaremos en bancos!

Cartucheras y cuadernos,
plasticolas de colores,
conquistar a la maestra,
con un gran ramo de flores...

Y bueno hijita mía,
ya no lo puedo evitar,
¡Fuerza! y arriba esas alas,
que ya empezastes a volar...

Yo siempre estaré a tu lado,
para poderte guiar,
en las buenas y en las malas,
mamá siempre aquí va a estar.

Te quiero mucho hija mía,
y te tengo que pedir,
que nunca, nunca te olvides,
tu paso por el jardín.